Buen día.
Quiero exponer mi sincero agradecimiento con la atención de los profesionales de la salud, sin embargo, es muy decepcionante la actitud de los guardas de seguridad.
Todos coincidimos en que nadie viene al hospital por gusto, suficiente tenemos con un familiar delicado de salud como para soportar la altanería, arrogancia y prepotencia de una persona que, aparte de que es un completo desconocido, es grosero en su actitud y tono de voz, mal hablado, indolente, y asume una actitud que lo desubica del rol para el que fue contratado.
La naturaleza de este lugar exige que sus funcionarios (o las personas que aquí prestan sus servicios) sean empáticos, y sensibles, porque aquí se atienden personas con su salud en condiciones de vulnerabilidad, y es inadmisible tener que tolerar los delirios de superioridad de guardas que no tienen claro que son guardas.
Empatía, y respeto… eso les falta. No todas las personas aplican para desempeñar un cargo. Recuerden que los guardas son la primera impresión del hospital, de ahí para allá uno mide lo que le espera en un lugar donde se supone, garantizan la integridad de las personas.
Desconozco la identidad, no obstante, quiero expresar mi inconformidad con la guarda que prestó en urgencias el sábado 19 de marzo de 2022 de las 06:00 a las 18:00, (que uno pensaría que por ser mujer, en teoría, sería amable y sensible), y el guarda de la portería principal que prestó de las 18:00 a las 6:00 (grosero, mal humorado, indolente y atrevido).
Espero que como empresa, puedan resolver estos temas de manejo de calidad humana, y tomar las medidas que garanticen que su equipo humano (directo y contratistas) cumplan con el mínimo estándar del rol por el que mensualmente reciben su remuneración.
Pd. el primer ejemplo en el uso de los elementos de bioseguridad, por el que literalmente sacan las personas del servicio, son ellos, los guardas, no obstante, son precisamente ellos quienes violan las mismas (hay evidencias).
Gracias.